Aunque resultó un partidazo, un gusto "raro" fue el que se llevó Peñarol desde Belvedere ayer, ya que perdía 3 a 0 y terminó empatándolo 3 a 3, pero ésto hace que le diga adiós al torneo Apertura. Fue justa la igualdad. Hasta los 53 minutos fue todo del local. Después todo de Peñarol. El resultado no le cayó bien a ninguno de los dos. Liverpool dejó dos puntos y quedó a seis del líder Plaza. Peñarol, en tanto, quedó a ocho de la cima cuando quedan 12 puntos en disputa.
Liverpool empezó mejor con la pelota y rápidamente, a los 13 minutos, puso el 1-0 ante Peñarol. Federico Martínez apareció solo entre los dos zagueros y con un cabezazo esquinado y bien dirigido contra el palo más lejano de Kevin Dawson decretó la apertura.
El aurinegro intentó reaccionar con la velocidad y habilidad de Facundo Torres, pero cada vez que Liverpool piso el acelerador fue mucho más peligroso.
El equipo conducido por Jorge Bava fue mucho más profundo en los últimos metros y por eso complicó en más de una ocasión a Dawson.
Peñarol extrañó muchísimo a su capitán Walter Gargano, que no jugó por un traumatismo en rodilla. Le faltó ese futbolista capaz de darle salida limpia al equipo y también orden para retroceder. Encima, sobre los 36 minutos, Jesús Trindade salió sentido y el aurinegro perdió a uno de sus futbolistas más importantes en la recuperación.
Sobre los 40', Martínez picó por derecha y puso un centro perfecto al corazón del área chica. La pelota pasó a Dawson, a Carlos Rodríguez y apareción Sebastián Fernández para tirarse en palomita y marcar el 2-0.
A los 53', Liverpool le dio otro cachetazo a la visita. Alan Medina, ayudado con un rebote, remató del borde del área y puso el 3-0. Parecía que el encuentro estaba liquidado, pero Peñarol reaccionó.
Apenas seis minutos más tarde, el aurinegro logró achicar diferencias. Penal sobre Torres que Pablo Ceppelini cambió gol. Luego, a los 60', Agustín Álvarez Martínez puso uno de los mejores goles del campeonato: pecho y tijera de pique al suelo. Así, el aurinegro se puso nuevamente en partido.
A partir de ahí, fue todo del conjunto de Mauricio Larriera que inclinó la cancha y puso contra las cuerdas a Sebastián Lentinelly. Creció muchísimo Giovanni González y el equipo encontró su mejor versión de mitad de cancha hacia adelante.
Pudo empatarlo antes, pero recién a los 91' llegó a la igualdad. Penal sobre Giovanni que Ceppelini volvió a cambiar por gol. Fue 3-3 y justo de acuerdo a lo que marcó el trámite.